6 Mitos sobre los Políglotas que Necesitas Dejar de Creer

 

Mito 1: Para ser políglota hay que nacer en una familia bilingüe

Esta es una de las creencias más extendidas, pero yo misma soy la prueba de que no es cierta.
Nací en una familia monolingüe en el sur de Italia, en un entorno totalmente italiano. Lo que sí tuve desde muy pequeña fue una gran pasión por los idiomas. Mi madre, que siempre fue muy atenta a mis intereses, me apuntó a una academia de inglés cuando tenía solo 9 años.

Curiosamente, en algunas academias donde trabajé me pedían que dijera a mis alumnos que mi madre era inglesa, como si eso fuera garantía de mi capacidad. Pero la verdad es que hay muchas ventajas en aprender con un profesor que no es nativo, y te hablaré de ello en otro artículo.

La ciencia también lo respalda: un estudio publicado en The Modern Language Journal sugiere que los estudiantes muchas veces se sienten más cómodos y menos intimidados al aprender con profesores no nativos, ya que pueden empatizar mejor con las dificultades del proceso.


Mito 2: Hay que aprender idiomas desde muy joven

Este mito también lo he escuchado muchas veces, y me gusta desmontarlo con mi propia historia.
Aprendí japonés a los 19 años, español a los 34 y más adelante empecé con el catalán. Y no solo eso: enseño idiomas a personas de hasta 70 años.

Tu edad no define tu capacidad de aprender, lo que realmente cuenta es tu actitud, tu motivación y tu método.

La neurociencia también nos da buenas noticias: el cerebro adulto mantiene su neuroplasticidad, es decir, la capacidad de formar nuevas conexiones neuronales, especialmente cuando se trata de aprender habilidades complejas como un idioma. Estudios de la Universidad de Edimburgo han demostrado que aprender idiomas a cualquier edad puede incluso mejorar la memoria y retrasar el deterioro cognitivo.


Mito 3: Solo los que tienen facilidad para los idiomas pueden ser políglotas

¿Y si te dijera que todos nacemos con la capacidad de aprender varios idiomas?
Si fuiste capaz de aprender tu lengua materna, también puedes aprender otras. Lo que a menudo bloquea a los adultos no es la falta de capacidad, sino las creencias limitantes basadas en experiencias pasadas, especialmente en el colegio.

En mis clases uso herramientas de PNL (Programación Neurolingüística) para ayudar a mis alumnos a liberarse de esos bloqueos mentales. He visto cómo personas que llegaron a mis clases con miedo, inseguridad o vergüenza, han logrado expresarse con naturalidad y confianza.

Casos reales:

  • Estebe comenzó a estudiar italiano conmigo a los 37. Hoy, en sus viajes, muchas personas creen que es local.

  • Una alumna empezó japonés desde cero a los 66 años, ha viajado tres veces a Japón con su hermana y sigue aprendiendo con entusiasmo.

Como bien indica la UNESCO, el multilingüismo es una capacidad natural del ser humano, y muchas comunidades en el mundo crecen con más de dos o tres lenguas. Si ellos pueden, ¿por qué no tú?


Mito 4: Cualquier método vale para aprender idiomas

No todos los caminos conducen a Roma.
He trabajado durante más de 20 años en la enseñanza de idiomas y he visto cómo muchos métodos tradicionales no funcionan porque se enfocan demasiado en la memorización y la corrección, olvidando lo más importante: la comunicación real.

¿Qué es una metodología comunicativa?

En mis clases combino:

  • Gramática

  • Vocabulario

  • Comprensión oral y escrita

  • Pronunciación
    Todo esto con un enfoque práctico cuyo objetivo final es que hables, te expreses y entiendas con seguridad.

Además, como soy una persona muy creativa, me gusta diseñar materiales amenos y divertidos, que hagan que la clase sea un espacio de aprendizaje placentero y motivador.

Las investigaciones en didáctica de lenguas coinciden: cuando los estudiantes se divierten y se sienten seguros, aprenden mejor. La emoción positiva mejora la retención, según estudios de la Universidad de Harvard.


Mito 5: Para hablar bien un idioma, hay que vivir en el país

Vivir en el país ayuda, sí, pero no es imprescindible.
He vivido y trabajado en países como Japón, Inglaterra, Bélgica, Italia y España, y te aseguro que hay personas que aprenden muy bien un idioma sin haber salido de su país.

Conozco estudiantes que han alcanzado un nivel increíble simplemente exponiéndose al idioma a través de películas, música, libros, series y actividades que disfrutan.

Mi consejo: elige una actividad que te guste (cocinar, bailar, cantar, hacer senderismo…) y hazla en el idioma que estás aprendiendo. Cuando el aprendizaje se integra a tu vida cotidiana, se vuelve mucho más natural y efectivo.


Mito 6: Para hablar bien tienes que dominar perfectamente la gramática

Este mito ha bloqueado a miles de estudiantes.
Muchos piensan que no pueden hablar hasta que no controlen «toda la gramática». Pero ¿acaso los niños pequeños dominan las reglas gramaticales cuando empiezan a hablar? No. Sin embargo, se comunican con fluidez, emoción y eficacia.

Me gusta usar esta metáfora con mis alumnos: la gramática es como un pincel que te permite dar más matices a tu cuadro, pero no necesitas ser Picasso para crear algo hermoso.

Podemos expresarnos con sencillez y belleza, aprendiendo las reglas básicas, pero sin miedo a equivocarnos. Al final, la comunicación es el verdadero objetivo.


Conclusión: Ser políglota es posible para cualquiera

Aprender idiomas no es cuestión de tener un don o una infancia bilingüe. Es cuestión de:

  • Pasión

  • Metodología adecuada

  • Confianza en ti mismo

  • Acompañamiento empático

He ayudado a muchas personas a romper con sus bloqueos y disfrutar del proceso de aprender un idioma. Si tú también quieres comunicarte mejor en italiano, inglés, japonés o castellano, estaré encantada de acompañarte en este camino.

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